Defensor de entornos naturales
«Dios duerme en la piedra, sueña en la planta, se despierta en el animal, toma consciencia en el hombre», se puede leer al inicio del libro «Una hora con la creación», la última publicación de Franz Weber (2009). Con este proverbio indio, el autor recuerda el imperativo categórico de Emmanuel Kant, según el cual cada uno debe actuar únicamente siguiendo la premisas que desee se conviertan en ley universal.
Pero mĆ”s allĆ” de la filosofĆa moral de Kant, Franz Weber sigue los preceptos de otro filósofo, Arthur Schopenhauer, que va mĆ”s allĆ” de la idea de que el hombre es el Ćŗnico de naturaleza razonable e incluye en ella a todos los seres vivientes. La diferencia formal entre los hombres y los animales entonces desaparece. Ā«Sabremos comunicarnos por fin con los animales, las plantas, con todo lo que vive y vibra alrededor de nosotros, podremos por fin existir en armonĆa, en simbiosis con ellos, es decir, vivir con ellos en el verdadero sentido del tĆ©rminoĀ», Franz Weber dice convencido de ello.
Desde hace cincuenta aƱos, lucha por una relación moralmente aceptable con los animales y la naturaleza. Ā«Como para la mayorĆa de los suizos, sin duda, usted encarna para mĆ la protección del medio ambiente en el mĆ”s grande sentido del tĆ©rmino, incluso antes de que se volviera tan popularĀ», escribió el antiguo Presidente de la Confederación HelvĆ©tica, Moritz Leuenberger, sobre el famoso defensor suizo del medio ambiente. Jean Ziegler, experto en derechos del hombre en la ONU, describe a Franz Weber como Ā«uno de los mĆ”s grandes y mĆ”s significativos europeos de nuestros tiemposĀ».
«Yo soy un defensor de los entornos naturales», ese es el concepto con el que define Franz Weber, hoy de 90 años, su vida impresionante y su obra excepcional en toda modestia.
Pie de foto: Iniciativa «Sauver Lavaux» (Salvar Lavaux): Franz Weber con los grandes escritores y poetas Vaud, Jean Villard Gilles, izquierda y Henri Deblüe, derecha.