Cada vez se requiere más eficiencia e intensidad en ganadería. Así es el paisaje actual de la industria ganadera suiza. Pero el incremento de beneficios se realiza a costa de los animales, el medio ambiente, nuestra salud y nuestro futuro.
Más de una decena de cerdos se ven obligados a compartir lo equivalente a la superficie de una plaza de garaje mientras son cebados hasta alcanzar un peso de 100 kg cada uno, tan rápido que casi no se sostienen en pie. Las gallinas de engorde de las ganaderías intensivas no corren mejor suerte. Viven tan solo seis semanas de media, amontonadas en una proporción de 17 animales por metro cuadrado, en condiciones inhumanas. En ese tiempo solo se les ceba con el objetivo de llevarlas al matadero. Engordan tanto que no son capaces de sostener ni su propio peso.
Tales ejemplos, actualmente no solo son legales, sino habituales en Suiza. Sin tener en cuenta que los pollos macho de las gallinas ponedoras se matan mecánicamente a millones. Es cierto que las baterías de gallinas ponedoras están prohibidas desde hace tiempo en Suiza, gracias a las intervenciones de las entidades de protección animal, aunque todavía se pueden comprar huevos de gallinas en batería procedentes del extranjero. Pero las gallinas criadas en suelo firme tampoco corren mejor suerte, se mueren de hambre dentro de espacios abarrotados. Su vida se agota al llegar al 15 por ciento de su esperanza de vida habitual y como muy tarde al alcanzar los 18 meses de edad, ya que entonces su capacidad ponedora deja de corresponderse con los requisitos industriales de la ganadería intensiva.
La ganadería intensiva acelera el cambio climático, agudiza el hambre mundial y la escasez de agua, crea resistencias frente a los antibióticos y viola los principios constitucionales de la protección animal.
La iniciativa «No a la ganadería intensiva en Suiza (Iniciativa contra la ganadería intensiva)», lanzada el 12 de junio de 2018 por Sentience que quiere poner fin a todo esto. La Fundación Franz Weber (FFW) apoya esta iniciativa. Tras un largo proceso parlamentario, el electorado suizo votará sobre este tema tan importante el 25 de septiembre de 2022.
Los consumidores suizos deben tomar consciencia de los abusos perpetrados en la ganadería intensiva suiza. Deben saber qué consecuencias trae consigo para el consumo. Además, deben tener la capacidad de decidir libremente de qué tipo de ganadería quieren proveerse. La presente iniciativa contra la ganadería intensiva abre una puerta para ello. Según las encuestas Isopublic, el 87% de la población considera el bienestar de los animales en la ganadería «importante» o incluso «muy importante». La FFW quiere corresponder a ese sentimiento popular apoyando la iniciativa.
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