Esta enfermedad se detecta por primera vez en el Reino Unido, la gran mayoría de los casos se han producido por el consumo de productos de origen bovino contaminados con el agente infeccioso de la EEB. Al infectarse, con frecuencia los pacientes presentan síntomas psiquiátricos como depresión, ansiedad o problemas sensoriales. De forma más tardía aparecen síntomas neurológicos como la ataxia o la demencia. La crisis de salud causó una disminución considerable del consumo de carne, el precio cayó en picado cerca del 40% y se tuvieron que implementar programas de erradicación de bovinos en la Unión Europea acabando con la vida de decenas de millones de estos animales en todo el continente.
Origen: El vCJD es una enfermedad zoonótica, es decir, que se transmite de animales a humanos. Existen evidencias sobre la asociación causal entre la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), popularmente conocida como enfermedad de las vacas locas, y la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD) en humanos (CDC). La mayoría de los casos detectados de vCJD se han producido por el consumo de productos de origen bovino contaminados con el agente infeccioso de la EEB (OIE, Collee, Bradley y Liberski, 2006).
País: La vCJD fue diagnosticada por primera vez en el Reino Unido (CDC).
Año: Identificación de la vCJD en 1996 (CDC). La epidemia de vCJD tuvo su pico en Europa entre 1999 y 2004 (ECDC).
Letalidad: 228 casos de vCJD en 12 países (CDC). Se trata de una enfermedad neurodegenerativa cuyo duración media es de 14 meses (Heath et al. 2010).
Sintomatología: según la ECDC, inicialmente los pacientes que presenten síntomas psiquiátricos (depresión o ansiedad, frecuentemente) o sensoriales. De forma más tardía, aparecen los síntomas neurológicos como la ataxia, la demencia y las mioclonías. La enfermedad siempre progresa hasta la muerte. La vCJD tiende a afectar a individuos jóvenes con una edad media de 28 años.
ALGUNAS IMPLICACIONES SOCIALES Y ECONÓMICAS.
Investigadores británicos señalaron en 2013 que una de cada dos mil personas en el país serían portadoras de la proteína priónica infecciosa que causa vCJD (Gill et al. 2013).
La EEB produjo un sacrificio masivo de bóvidos en su mayoría en la Unión Europea. Según datos publicados por la prensa, el programa de erradicación en el Reino Unido acabó con la vida de aproximadamente 4,4 millones de bóvidos (BBC).
La crisis de las “vacas locas” desató una disminución considerable del consumo de carne bovina durante algún tiempo. Gran Bretaña y España sufrieron el mayor impacto. Taylor et al. (2016) identificaron en EEUU una reducción en el consumo de carne durante 2 años aproximadamente. Los consumidores surcoreanos también reaccionaron en las preferencias de carne para reducir el nivel de riesgo para la salud, aunque no hubo ningún caso de EEB en Corea del Sur Joung jin (2008)
La prensa reportó que en medio de la crisis los colegios de España y Gran Bretaña prohibieron la inclusión de la carne bovina en los menús escolares. En contraste, el sector pesquero repuntó económicamente y empresas españolas como Pescanova subió 50% su cotización en la bolsa (Iragorri, 2001).
El precio de la carne bovina en territorio británico llegó a caer hasta el 40% a pesar de que, como en otros países, la ganadería había sido vista en Gran Bretaña como una posibilidad de inversión económica con altos niveles de ganancia. Los efectos de la crisis de las “vacas locas” fueron particularmente severos para pequeños y medianos ganaderos que tenían entre 100 y 200 reses que tuvieron que ser sacrificadas y, por ende, un buen número de granjeros se declaró en quiebra en varias regiones del Reino Unido (Holmes, 1998).