Los árboles y los bosques tienen una importancia fundamental para la humanidad en su conjunto -y para Suiza en particular- por sus funciones medioambientales, paisajísticas, patrimoniales y sociales. Los árboles son testigos de nuestra historia (¡algunos tejos viven hasta 1.500 años!), productores de nuestro oxígeno, refugios de innumerables especies de flora y fauna, y guardianes de la frescura y la humedad que ahora tanto necesitamos. Los árboles también tienen una función social fundamental. Nos unen, nos tranquilizan y son testigos del paso del tiempo. Los árboles son nuestra vida.
Los árboles son especialmente esenciales en los entornos urbanos: una ciudad sin espacios verdes se convierte en un lugar infernal – y muchas ciudades ya lo están teniendo en cuenta, adoptando planes para proteger y ampliar la «copa», la superficie cubierta por árboles. Sin embargo, en Suiza se talan cada año innumerables árboles, a menudo por «conveniencia», ya sea porque estorban en un proyecto de construcción u obstaculizan la vista de algún vecino, porque se les caen las hojas o porque se están muriendo, generalmente por falta de cuidados adecuados y por la acción humana.
Estos árboles podrían y deberían salvarse, para combatir los efectos del calentamiento global, mejorar nuestra calidad de vida y fomentar la biodiversidad, ¡incluso y sobre todo en la ciudad!
Cada árbol talado es un pequeño desastre ecológico y paisajístico. La Fundación Franz Weber lucha cada día para evitar la pérdida innecesaria de árboles en zonas urbanas y periurbanas. Gracias a las objeciones presentadas por su organización hermana, Helvetia Nostra, a las conversaciones con las autoridades municipales y cantonales, así como con particulares, y a la acción política, muy a menudo conseguimos salvar árboles individuales, arboledas o avenidas de árboles. Y si no se puede evitar lo peor, conseguimos aplazar la tala para proteger a las aves durante la época de nidificación (de marzo a finales de julio aproximadamente).
Nuestro experto en arboricultura, Fabian Dietrich, suele ayudarnos en este proceso, elaborando un informe y recomendando las medidas que deben tomarse para cuidar un árbol en lugar de talarlo.
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