Se supone que las ventas de marfil antiguo, procedente del periodo de tiempo comprendido entre los aƱos 1997 y 2008, deberĆa ayudar a contener la caza furtiva y a proteger los elefantes. Sin embargo, estĆ” ocurriendo precisamente todo lo contrario: la demanda del nuevo marfil ha vuelto a crecer. Con ello se ha desencadenado una nueva epidemia de caza furtiva de elefantes que apunta a mantenerse en los próximos aƱos.
Sólo en el periodo comprendido entre los aƱos 2007 y 2014 se abatieron al menos 144.000 elefantes. Para los paĆses africanos se trata de una tragedia ecológica sin precedentes, que sin duda tambiĆ©n redunda en una crisis ideológica y, en parte, económica, ya que los elefantes son un imĆ”n para el turismo y un sĆmbolo icónico, con su correspondiente valor, incluso visto desde un punto de vista meramente económico.
La dramÔtica situación de los elefantes africanos, expresada desde una visión financiera, consiste en que siempre se les mide por el valor de la venta del marfil, aunque en realidad ese es su valor en el mercado negro.
Por ello se deberĆa, siempre contando desde una visión financiera, intentar hacer comprender a los paĆses africanos, y especialmente a aquellos en los que viven elefantes salvajes, que un elefante se revaloriza con cada aƱo de vida respecto a los ingresos procedentes de la venta del marfil de un elefante muerto, que por cierto irĆan a parar de todos modos a las manos de los cazadores furtivos, fuera del paĆs.
Por ello, la Fundaciónn Franz Weber trabaja conjuntamente con otras instituciones en un programa de revalorización de elefantes vivos a través del turismo, «el EleWatch», como incentivo para los Estados africanos del rango de distribución de las poblaciones del elefante, realizando un estudio permanente sobre programas que detengan la caza furtiva en las zonas africanas protegidas, y que sirva para evaluar las medidas aplicadas e introducir mejoras.
* * *