Los océanos estÔn cada vez mÔs contaminados y desaparecen los hÔbitats naturales marinos. El cambio climÔtico y la sobrepesca constituyen amenazas adicionales para la supervivencia de los peces, asà como la captura para acuarios tanto privados como públicos.
En todo el mundo, existen cerca de 1000 acuarios pĆŗblicos y, como mĆnimo, 2 millones de acuarios particulares. Una industria, por tanto, a la que hace falta poder satisfacer, sacando cada vez mĆ”s los peces directamente de los arrecifes de coral, puesto que la mayorĆa de ellos no pueden criarse en cautividad, lo que demuestra, por cierto, que la cautividad no es lo mĆ”s conveniente para ellos.
Con demasiada frecuencia, los peces ornamentales capturados para los acuarios se pescan en la naturaleza, mediante venenos como el cianuro. Y no es ya que el Ćndice de supervivencia tras la captura y el transporte sea muy reducido, sino que los hĆ”bitats naturales sufren asimismo con este tipo de prĆ”cticas, por no hablar de los efectos devastadores que genera retirar de un ecosistema una especie que pertenece a Ć©l y que estĆ” perfectamente integrada.
La reciente victoria de la FFW contra el proyecto del acuario gigante Ozeanium en Basilea, que fue rechazado por la población el 19 del pasado mayo, constituye un gran paso hacia la mejora de la protección de los océanos. No obstante, la industria de los acuarios continúa reduciendo las especies de peces coralinos y destruyendo sus hÔbitats.
Ahora mismo, el comercio internacional de peces de los arrecifes de coral no estÔ sujeto prÔcticamente a ninguna regulación: solamente un grupo de especies, los hipocampos o caballitos de mar, y dos especies de peces, el pez napoleón y el Ôngel de Clarión, estÔn expresamente protegidos por la Convención sobre el comercio de especies en peligro de extinción (CITES). Por ello, no existen
prĆ”cticamente prescripciones en materia de infraestructuras, captura o transporte. Asimismo, esto implica una falta flagrante de datos acerca de la biologĆa y la ecologĆa de los peces coralinos, o acerca
de los efectos del comercio sobre el ecosistema. En definitiva, actualmente no es posible supervisar ni controlar el comercio de peces ornamentales marinos destinados a la industria de los acuarios ni se puede evaluar su repercusión.
La FFW se esfuerza por hacer que cambie esta situación catastrófica. AsĆ pues, ha presentado ante distintos paĆses miembros de CITES las investigaciones de Monica Biondo, bióloga marina, en relación con la industria de los acuarios en Europa y en Suiza, subrayando la importancia de llevar a cabo un estudio urgente de las consecuencias de esta industria para las especies y los hĆ”bitats naturales. Los datos presentados han convencido a Suiza, a la Unión Europea y a Estados Unidos, que hanĀ presentado un documento para la siguiente Conferencia de las Partes de CITES (CoP18), que se celebrarĆ” el mes de agosto 2019 en Ginebra. En la Convención, las Partes tendrĆ”n, pues, que estudiar la conveniencia de encargar un estudio de esas caracterĆsticas que podrĆa tener como consecuencia la redacción de recomendaciones futuras para una mejor defensa internacional de los peces coralinos.
Como observadora de CITES desde hace 30 aƱos, la FFW seguirĆ” con atención los debates sobre este asunto, ademĆ”s de aquellos relativos al cardenal de Banggai, una especie indonesia de peces del arrecife de coral, terriblemente amenazada por la industria de los acuarios. Este pececillo, que Ćŗnicamente se encuentra en una pequeƱa parte del mar en Indonesia y que ha sido diezmado en mĆ”s de un 90 % debido a la gran demanda de los acuarios, fue incluido en el orden del dĆa de la Ćŗltima
CoP (celebrada en septiembre de 2016 en Johannesburgo) por la FFW. Aunque la CoP no otorgó ninguna categorĆa oficial para esta especie, Indonesia ya debe tomar medidas de protección. La
próxima CoP (CoP18) tendrÔ que examinar concretamente los informes de Indonesia y del comité de animales de CITES en relación con esta especie.
¿En la CoP18, en donde también se decidirÔ el futuro del elefante africano, serÔn capaces de tomar decisiones valientes para restringir el comercio internacional, superfluo, de especies en grave peligro de extinción a causa de los cambios climÔticos y la pérdida de hÔbitat? La Fundación Franz Weber asà lo espera y se comprometerÔ en ese sentido. La pérdida de hÔbitats y el calentamiento global ya suponen amenazas muy graves, ”sin tener que añadir ademÔs un comercio sin sentido!