Ā«El 20%Ā» fue la cifra clave de nuestra iniciativa: pedimos el fin de la construcción desvocada de segundas viviendas en el territorio suizo. NingĆŗn municipio deberĆa tener mĆ”s del 20% de su construcción dedicada a segundas viviendas, puesto que la feroz construcción inmobiliaria se come, cada vez mĆ”s, el encantador paisaje de nuestras montaƱas.
La proliferación de segundas viviendas no sólo atenta contra el paisaje, sino que es ademĆ”s, un desperdicio de los recursos, que violenta los hĆ”bitats de los seres humanos y de los animales. Y esto en un paĆs con una gran densidad de población, donde cada segundo se construye un metro cuadrado de tierra.
Y dijimos «”Basta!Ā» La población suiza se habĆa hartado de ver cómo surgĆan cada vez mĆ”s edificios vacĆos, pueblos fantasma, casas sin gente, y tiendas cerradas. TenĆamos claro que se debĆa poner un lĆmite a los municipios con un porcentaje de segundas viviendas igual o superior a un 20%.
El 11 de marzo 2012, los votantes suizos apoyaron la iniciativa contra segundas viviendas con el 50,6% de los votos, en 12 cantones y medio (segĆŗn los lugares de votación). A raĆz de ello, el artĆculo 75a se incluyó en la Constitución Federal Suiza.
Con el Ā«sĆĀ» a la iniciativa, el pueblo suizo dio una seƱal clara: «”Basta! Hemos aguantado suficiente. Hemos visto cómo nuestro pequeƱo y bello paĆs se ha llenado de hormigón para elevar construcciones innecesariasĀ». Gracias a las amplias miras del fallo del Tribunal Federal y a las constantes negociaciones llevadas a cabo, pudimos preservar la ley ante un claro intento de disolución polĆtica.
El 1 de enero de 2016, la ley sobre segundas viviendas entró definitivamente en vigor. Los escenarios catastrofistas que pintaba el lobby de la construcción durante las elecciones, para defenderse de la iniciativa de la Fondation Franz Weber y su asociación subsidiaria Helvetia Nostra, no se han llegado a producir nunca. El tema sigue estando al orden del dĆa.
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