31.05.2022
Ximena Merelle Dhervé

Equidad: Crónicas de una naturalista

En 2021 me dediqué a estudiar la flora y la fauna del nuevo Santuario Equidad de 310 hectáreas. Pude identificar casi 60 especies de aves diferentes, el doble de las que se encontraron en un estudio anterior realizado en 2004. Una razón más para trabajar día tras día en el lugar, para proteger la naturaleza, los animales y sus hábitats.

Ser testigo de las transiciones en la propiedad a medida que cambiaban las estaciones era realmente mágico. Recuerdo una montaña de un verde luminoso que parecía haber sido retocada con un pincel. A medida que pasaban los días y las semanas, se volvía de un color amarillento a ocre. Y después, repentinamente, toda la vida parecía haber desaparecido. Solo quedaban las ramas desnudas de los árboles y el suelo se convertía en tierra gris y seca. Aprendí a confiar en los procesos en marcha y en la magia de la naturaleza. Con las primeras lluvias, la vida volvió a Equidad: los brotes comenzaron a brotar en cada arbusto espinoso, y el suelo volvió a ser verde poco a poco. La experiencia sensorial era completa. Con cada respiración profunda, me sentía abrumada por el maravilloso aroma de la Acacia Caven que llenaba los alrededores. Durante uno de los paseos, el zumbido de miles de abejas atrajo toda mi atención. Estaban recogiendo el néctar de las flores de los famosos árboles de chañar, cuya corteza es utilizada por las comunidades locales por sus excelentes propiedades diuréticas y expectorantes, y cuyos frutos se utilizan para hacer dulces y bebidas.

Vuelven las tijeretas
Durante estas metamorfosis, hicieron su aparición nuevos protagonistas que hasta entonces habían permanecido ocultos, como las serpientes de cascabel y las de coral. Al igual que los tiranos del rubí y las tijeretas, animales que se habían desplazado a climas más cálidos durante la primera ola de frío, volvieron poco a poco a nuestra región.

En Equidad, cualquier milagro de la naturaleza, por pequeño que sea, es motivo de alegría: «¡Han vuelto las tijeretas!», exclamamos cuando vimos el primer ejemplar de la temporada. Regalos de la naturaleza. Después del desayuno, solíamos sentarnos en el porche a tomar café. Este adorable colibrí hembra de barba azul obviamente no quería perderse nuestra conversación.

Cuando el tiempo se detiene
Los pericos monje (Myiopsitta monachus) son los únicos pájaros loro del mundo que construyen sus nidos con ramitas. Las demás especies anidan en las cavidades de los árboles o en las paredes de los barrancos. Los pericos monje construyen nidos comunales que pueden pesar hasta 200 kilos. Prefieren utilizar ramitas de árboles autóctonos, especialmente de talas y Acacia Caven.

Mi primer encuentro con esta fascinante ave sigue siendo inolvidable. Absorta en una conversación con los voluntarios, vi de repente una sombra en un árbol: ¡un pájaro carpintero negro! Me quedé electrizada, cogí mi cámara y salí corriendo. Guiado por el tamborileo de los golpes de su pico en el tronco, aceché para acercarme lo más posible a su majestuosa cresta roja. Mientras lo hacía, sonreí. Era como si el tiempo se hubiera detenido para regalarme este momento. Unos segundos después, mi grácil modelo voló hacia otro árbol. El sonido de los golpes de su pico se desvaneció gradualmente hasta que desapareció por completo detrás de la montaña.

«Lampalagua» en peligro de extinción
En una caminata hacia el límite de la propiedad, conocí a una hermosa serpiente que nunca había visto antes. Era un día muy caluroso, así que decidí descansar a la sombra bajo un árbol. Al sentirme observada, giré la cabeza. A pocos metros de mí, una magnífica «Lampalagua» anillada se estaba asoleando. Abrumada por la gratitud, no podía creer lo que veían mis ojos. ¡Mi primer encuentro con esta especie de serpiente!

Independientemente de su impresionante tamaño, la «Lampalagua» (Boa constrictor occidentalis) está en peligro de extinción. Como la mayoría de los animales salvajes, se enfrenta a la destrucción de su hábitat. Durante mucho tiempo fue cazada por su piel para la industria del cuero. Todavía es víctima de capturas ilegales que sirven a la moda de las nuevas «mascotas».

Considerado un depredador del ganado menor, también sufre regularmente la ira vengativa de los agricultores, a pesar de que su caza está prohibida. La «Lampalagua» está incluida en el Apéndice I de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres). Con esta nota pesimista, me consuela pensar que al menos ésta pudo encontrar refugio y protección en el Santuario Equidad.

Cámara trampa para el pequeño gato manchado
Durante mis incursiones por la propiedad, pude identificar huellas y excrementos de un pequeño y raro gato salvaje. Para confirmar su presencia, instalé una cámara trampa. Coloqué mi cámara, que se activa automáticamente cuando se detecta movimiento, en un punto estratégicamente bueno. Así conseguí observar la vida nocturna de los animales de montaña y comprobar la presencia del pequeño gato manchado.

Cada mañana me emocionaba de nuevo: Con un cosquilleo en el estómago, sacaba la tarjeta de memoria de mi cámara para averiguar qué había pasado la noche anterior. Así pude obtener fotos y vídeos de liebres pardas (Lepus europaeus), zorros grises (Lycalopex griseus), zorrillos andinos (Conepatus chinga), diversas aves y, por supuesto, pequeños gatos manchados. ¡Qué descubrimientos tan únicos y enriquecedores!

Refugio Equidad
La singular fauna que tuve el privilegio de observar en el Santuario Equidad está en peligro de extinción. La sierra de Córdoba, afectada por la deforestación y los incendios, no es inmune al declive global de los ecosistemas. Es cierto que las especies autóctonas que allí viven se han visto gravemente afectadas en los últimos años por la imparable desaparición de sus hábitats.

Por eso, el terreno de 300 hectáreas del Santuario Equidad es extremadamente importante. Es un refugio seguro y da cobijo no solo a los animales domésticos maltratados, sino también a la flora y la fauna autóctonas, ¡donde muchas especies están en peligro de extinción!

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