En junio de 2022, la campaña «Basta de TaS» de la Fundación Franz Weber cumplirá once años. Gracias a esta campaña, los caballos utilizados en América Latina para arrastrar toneladas de basura podrán ser liberados y sustituidos por vehículos motorizados.
Queremos celebrar el aniversario (10 años más 1) de esta histórica campaña compartiendo un resumen del programa, algunas anécdotas y fechas clave.
Un hombre nuevo gracias a «Basta de TaS»
En abril de 2015, visité por última vez Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos en Argentina. La campaña «Basta de TaS», que tiene como objetivo liberar a los caballos recolectores de basura en América Latina al tiempo que promueve la integración social de las familias de los recolectores, me había llevado allí varias veces en los años anteriores: para hablar con gobiernos locales, activistas y trabajadores, y para promover, facilitar y acompañar la implementación del programa de reemplazo. En aquel momento, la campaña sólo llevaba tres años en marcha, pero ya se habían sustituido más de 100 caballos por vehículos motorizados.
Después de una reunión a la que asistí en la que el gobierno presentó los excelentes resultados del programa, un hombre se me acercó y me preguntó con una sonrisa: «Leonardo, ¿te acuerdas de mí?». Le contesté: «Lamentablemente, no», aunque me resultaba vagamente familiar. Se rió y dijo: «No me extraña, nos conocimos hace tres años, pero hoy parezco veinte años más joven». El hombre era Juan. Ese día me recordó una historia que tenía completamente olvidada y que hoy quiero compartir con vosotros.
Miedo al desempleo
En 2012, la Municipalidad de Paraná acordó un proyecto piloto para sustituir seis caballos por carros motorizados. Paralelamente, se puso en marcha un programa de integración social, formación profesional y regulación de las condiciones de trabajo de las familias. Los caballos debían encontrar un nuevo hogar en nuestro futuro santuario en las afueras de Córdoba. En aquel momento, los conservacionistas se opusieron al proyecto, simplemente porque lo apoyaba el alcalde de la ciudad, que pertenecía al partido político tradicionalmente opuesto a la conservación. Temían que el proyecto dejara a las familias sin trabajo. Surgió una polémica entre los que querían simplemente prohibir la recogida de basuras con animales -lo que habría sumido a las familias en la miseria- y los que, a pesar de toda la crueldad con los animales, querían seguir como hasta entonces.
El sexto hombre
Una tarde, el secretario de integración social del municipio me convocó a una reunión para informarme de que sólo cinco trabajadores querían participar en el proyecto y que si no encontrábamos un sexto voluntario lo antes posible, el proyecto se cancelaría. Si ni siquiera éramos capaces de conseguir seis basureros interesados en el proyecto, dijo, nunca podríamos resolver un problema que afectaba a más de 700 animales.
Una señal del Universo
Recuerdo que me sentí desolado al salir de aquella reunión. Estaba indignado, triste y confuso. Me senté en un banco frente al hotel en el que me alojaba y pensé que todo el esfuerzo, todo el empuje no podía ser destruido simplemente por un malentendido o una controversia política. Fue casi poético que justo en ese momento pasara un carro de caballos. El hombre que iba en él estaba completamente borracho. Ahí supe que ese carro era más que una señal: ¡era una oportunidad! Paré al conductor y le pregunté si podíamos hablar un momento. Le expliqué el programa. Me contestó que no sabía leer ni escribir y que el caballo le llevaba a casa todas las noches cuando bebía demasiado, cosa que una moto no haría. Insistí. Me dijo que le visitara al día siguiente en su casa. A la mañana siguiente, su mujer también estaba allí y hablé con ambos. Animado por ella, aceptó mi oferta. Ese hombre era Juan.
El gran cambio
Cuando nos volvimos a encontrar en 2015, Juan no sólo había aprendido a leer y escribir, sino que también se había capacitado en el uso de carros motorizados y era instructor de manejo y conducción en el programa de reemplazo de la Municipalidad de Paraná que siguió al piloto. Y efectivamente, ¡parecía 20 años más joven! Juan me dijo que ya no bebía, que había arreglado su casa y que había decidido enviar a su hijo mayor a la universidad. Hoy lleva uniforme para trabajar, está limpio y seguro de sí mismo. Todas las noches, vuelve a casa justo después del trabajo para ayudar a su mujer con su recién creado negocio de sastrería. Al borde de las lágrimas, lo abracé y le dije: «Esto es lo que pretende ‘Basta de TaS’: no más caballos esclavizados, no más gente excluida».
Juan es solo un ejemplo de muchos. Desde 2011, nuestra campaña ha ayudado a 7.000 casos similares: hijos, nietos, padres, mascotas, vecinos y compañeros. Basta de TaS ha mejorado la vida de personas que estaban excluidas por su condición social y profesional. Ha cambiado sus vidas en lo económico, en lo social, en lo político, en lo educativo, en lo familiar, en lo sanitario, en lo emocional y a menudo incluso en lo espiritual.
La campaña hoy y en el futuro
Desde el lanzamiento de la campaña en 2011, hemos visitado más de 100 ciudades en varios países de América Latina, como Argentina, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador y México. Hemos podido promover y poner en marcha casi 50 programas de sustitución de caballos recolectores de basura. Mientras que muchos de los programas han sustituido a todos los caballos de la ciudad, otros están todavía en curso, y otros han tenido que ser interrumpidos debido a cambios bruscos en la situación política.
Me gustaría señalar una vez más que los programas de sustitución de los caballos de recogida de basuras son decididos y aplicados por los municipios. La Fundación Franz Weber les anima a hacerlo y les proporciona asesoramiento técnico, sobre todo en forma de guías detalladas para la ejecución del programa redactadas por nuestro equipo. También les ayudamos a entender el programa y a establecer buenas relaciones con los medios de comunicación, los activistas por los derechos de los animales y, por supuesto, los propios recolectores de residuos.
Dentro de unos meses, daremos un nuevo impulso a la campaña para acelerar la implantación de los programas en los distintos países. Publicaremos un curso de formación para funcionarios municipales que estará disponible en línea en www.escuelaFFW.org.