La lucha contra la tauromaquia que la Fundación Franz Weber (FFW) libra desde hace décadas se ha intensificado recientemente en España, donde se intenta «desnormalizar» esta terrible «tradición». Nuestra campaña «Infancia sin violencia» hizo que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU recomendara en 2018 que los niños y niñas, es decir, los menores de 18 años, se mantuvieran alejados de los espectáculos taurinos en España. Estamos trabajando duro para garantizar que se respeten estas recomendaciones. Al mismo tiempo, estamos poniendo barreras a espectáculos taurinos supuestamente «cómicos» en los que participan personas con acondroplasia (o enanismo).
Fácil acceso de los niños a las corridas de toros
España permite actualmente el acceso de niños, incluso muy pequeños, a espectáculos y eventos taurinos. Y peor aún, facilita y promueve este acceso. En Cuéllar, un pequeño pueblo de la provincia de Segovia, por ejemplo, se venden entradas a precios reducidos a niños de tan sólo 5 años. En otros pueblos, los partidarios de la tauromaquia llegan a ofrecer entradas a niños de la misma edad, que presencian, en directo, la tortura de los animales y, a veces, las heridas sufridas por los toreros.
También se permite y anima a los niños a asistir a los festejos taurinos. El equipo de la FFW en España apela una y otra vez a los medios de comunicación para denunciar la aceptación de la violencia que se produce, y los efectos potencialmente dramáticos en el desarrollo de los niños. La crueldad con los animales no debe convertirse en la norma.
Los aficionados necesitan sangre nueva
¿Cómo hemos llegado a aceptar que los niños presencien actos de violencia contra los animales? La respuesta es sencilla: la edad media de los «aficionados» es cada vez más alta, mientras que el interés por la tauromaquia en España disminuye cada año. Así que el mundo taurino necesita desesperadamente sangre nueva. ¿Y qué mejor manera de encontrarla que en niños, desde la más temprana edad?
Acostumbrar a los niños a la crueldad hacia los animales tiene el efecto de aumentar la violencia interpersonal. De hecho, el Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo recomendaciones específicas a España en 2018, pidiéndole que mantuviera a los niños alejados de la violencia de la tauromaquia. Para sensibilizar a las autoridades sobre esta cuestión y garantizar el cumplimiento de las recomendaciones de la ONU, la FFW ofrece cursos de formación para empleados de la administración pública y ha emprendido una labor de presión ante los diputados de las distintas comunidades autónomas españolas.
Humillación a las personas con enanismo
En 2019, el Comité de las Naciones Unidas por las Personas con Discapacidad advirtió a España contra la participación de personas con acondroplasia (enanismo) en festejos y espectáculos taurinos, cuya discapacidad se aprovecha para suscitar la burla del público. Las directivas europeas sobre proyección de las personas discapacitadas prohíben también este tipo de prácticas.
Para adaptarse a las exigencias internacionales, en abril de 2023 se modificó la Ley General de Personas con Discapacidad y Protección de sus Derechos, que prohíbe los espectáculos taurinos en los que participen personas con discapacidad.
A pesar de la prohibición, en España se siguen organizando espectáculos «clandestinos», bajo los nombres de «Bombero torero», «Popeye torero y sus enanitos marineros» o «Enanitos toreros». Este tipo de espectáculo es claramente contrario a la dignidad de las personas con enanismo y, en general, atenta contra la protección de los discapacitados en España.
Control y notificación de espectáculos ilegales
Por este motivo, la FFW puso en marcha el pasado mes de junio un sistema de vigilancia para denunciar la organización ilegal de este tipo de eventos. Ya hemos podido alertar a las autoridades en tres ocasiones en relación con espectáculos en Teruel (Aragón), Cortes de la Frontera (Andalucía) y Murcia. Gracias a esta acción, Andalucía denegó el permiso para el espectáculo previsto. En cambio, las autoridades aragonesas decidieron autorizar el espectáculo de Teruel, lo que constituye una grave infracción de la nueva ley que puede ser sancionada con una multa de hasta 90.000 euros. La FFW ha emprendido acciones legales. Murcia aún no ha tomado su decisión, y la FFW ha iniciado intensas conversaciones con las autoridades locales para asegurarse de que siguen el ejemplo de Andalucía, en interés del bienestar animal y la dignidad humana. Los toros son criaturas inocentes y pacíficas que deben ser protegidas de la crueldad.
Violaciones graves del derecho internacional
Cuando las personas con discapacidad, en este caso personas con acondroplasia, son exhibidas y escarnecidas en el ruedo, la cuestión del acceso de los menores a los espectáculos taurinos se hace más grave y acuciante. No sólo se les somete a una violencia extrema hacia un animal, sino que también se les hace comprender que hombres y mujeres pueden ser humillados por su aspecto físico. El mensaje es claro: los llamados humanos «normales» están por encima de los animales y de otros humanos.
Se trata de graves violaciones no sólo de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, sino también de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.