Según la OIE, el virus del ébola se transmitió a humanos a través del contacto con animales salvajes por medio de actividades como la caza o el consumo de carne cruda de animales.
Origen: El ébola es una enfermedad de origen zoonótico, es decir, transmitida de animal a humano. Los datos sugieren que los murciélagos frugívoros (de la familia Pteropodidae) podrían ser los hospedadores originales (Han et al. 2015). Según la OIE, el virus del ébola se transmitió a humanos a través del contacto con animales salvajes por medio de actividades como la caza o el consumo de carne cruda de animales (OIE). De hecho, el virus del ébola ha sido detectado en especies como primates no humanos y pequeños antílopes salvajes denominados cefalofinos.
País: Congo y Sudán, simultáneo. Otros brotes posteriores han afectado a países cercanos, como Guinea, Sierra Leona y Liberia.
Año: el virus se descubrió en 1976, pero el brote más importante se produjo en 2014-2016 en África occidental. (OMS)
Letalidad: el índice de mortalidad del virus es del 50% de los infectados, aunque dependiendo del brote se ha oscilado entre el 20 y el 90%. El número de muertes desde el último brote de 2018 asciende a 2236 (OMS).
Sintomatología: empieza a mostrarse entre los primeros 2 a 21 días luego de la infección. La Primera fase (seca) produce fiebre, debilidad intensa, dolores musculares, dolor de cabeza y de garganta. La Segunda fase (húmeda) produce erupciones cutáneas, deterioro de las funciones renales y hepáticas y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.
ALGUNAS IMPLICACIONES SOCIALES Y POLÍTICAS.
Existen métodos para tratar el virus y lograr la supervivencia de los infectados, pero una vacuna todavía no se ha producido a gran escala, aunque en el 2015 se probó con éxito en una muestra de 12 mil personas en Guinea.
Los brotes de ébola han persistido principalmente en regiones de extrema pobreza en las cuales el precario desarrollo agropecuario se da en los márgenes del bosque y una vez adquirido el virus, actúa con mayor fuerza en medio de las crisis humanitarias que suelen azotar dichas zonas. En Sierra Leona la enfermedad fue adquirida por una alarmante cantidad de trabajadores agrícolas que comerciaban alimentos básicos en los principales distritos del país, reduciendo considerablemente la oferta de alimentos en algunas zonas (Glennerster y Suri, 2014). A partir de octubre de 2014, los ingresos de los hogares disminuyeron en un 29,7% en Sierra Leona como resultado del brote de ébola (ACAPS, 2014). Una investigación en septiembre de 2014 indicó que el 97% de los ingresos de los hogares en la zona más afectada por el ébola había disminuido desde mayo de ese mismo año (Welthungerhlife, 2014).
Un estudio del Banco Mundial (2014) analizó el impacto económico del brote de Ébola en los tres países más afectados: Guinea, Liberia y Sierra Leona, mostrando que el impacto a corto plazo del PIB reduciría el crecimiento en Guinea del 4.5% al 2.4%, en Liberia del 5.9% al 2.5% y en Sierra Leona del 11.3% al 8%. Elmahdawy et al. (2017)